<<-- De tOdo!!! ( Bueno casi.....)-->>

Tuesday, June 06, 2006

- METROID PRIME -

Samus AranSamus se dirigía a una astronave desconocida situada en la órbita de Tallon IV, la cual estaba emitiendo señales anónimas de socorro. Cuando llegó se percató de que era un centro de investigación de los Piratas Espaciales, llamado Orpheon. El lugar parecía haber sido escenario de una batalla, estaba parcialmente destruido y plagado de cadáveres. Una visión no menos tremebunda eran los experimentos llevados a cabo en el interior: se estaban mutando algunas criaturas autóctonas de Tallon IV con Phazon, una sustancia cancerígena, para transformarlos en peligrosos seres. Fueron estos especimenes los que, fuera de control, acabaron por revelarse a sus creadores.

Tras acabar con algunos Piratas que sobrevivieron a la masacre, Samus se encontró con el Parásito Reina, el causante de la mayor parte de la destrucción de Orpheon. Al aniquilarlo, algo o alguien activó el sistema de autodestrucción de la astronave, por lo que tuvo que hacer una rápida escapatoria. No podría imaginarse que el artífice de la activación fuese Meta Ridley, una versión robótica del monstruo de sus pesadillas. Sin tiempo suficiente para aniquilarlo, una repentina onda expansiva afectó a su armadura y gran parte de sus habilidades quedaron inhabilitadas. Samus no podía dejar a alguien como Meta Ridley rondar por el universo, así que lo siguió hasta la superficie de Tallon IV.

El lugar de aterrizaje no reflejaba el estado desastroso del resto del planeta. El Phazon había envenenado el agua, la fauna había dejado paso a violentas mutaciones y la flora moría sin ningún remedio. Sólo quedaban las ruinas de lo que algún día fue el hogar de los Chozo. Aún así, permanecieron algunas inscripciones en las paredes de algunos templos y estructuras, en las que contaban historias y profecías sobre la destrucción de su población y de la esperanza de que apareciese un futuro salvador:

Los Chozo constituían una de las civilizaciones más avanzadas de todo el universo y a su vez poseían una peculiar cultura. Por una parte, eran unos consumados investigadores que consiguieron inimaginables avances científicos, pero por la otra eran muy supersticiosos y daban gran importancia a la cultura popular, en especial a la adivinación. Una de las predicciones que hicieron fue su propia extinción a manos de un inconmensurable mal que consumiría poco a poco su raza. Ante la creciente ola de criminalidad que se extendía avivadamente por todo el universo, los Chozo supusieron que sus avances científicos podrían suponer un gran peligro para ellos mismos, pues atraerían la atención de los Piratas Espaciales. Decidieron inmolarla en beneficio de la simplicidad y la armonía con la naturaleza. Se expandieron por la galaxia colonizando planetas y estudiando distintas formas de vida que allí moraban, pero en Tallon IV cayó un meteorito de grandes proporciones que trajo consigo la desgracia y la destrucción: el Phazon. Los Chozo, impotentes ante tales acontecimientos, construyeron un templo encima del cráter que el meteorito había originado, aunque esta medida fue insuficiente y todos acabaron pereciendo.

Los restos de la nave espacial Orpheon se habían precipitado hacia Tallon IV, cayendo al final en un gran lago. Allí Samus se encontró con algunos Piratas Espaciales que custodiaban tanques repletos de Phazon. No podía dejar que los Piratas siguieran con sus investigaciones para manipular una sustancia tan peligrosa como el Phazon, así que investigó algunas zonas del planeta para dar con un posible laboratorio o centro de operaciones de los Piratas en Tallon IV.

Tres recorrer las Ruinas y las cavernas Magmoor, los Piratas Espaciales no tardaron en hacer acto de presencia en Phendrana: habían sido alarmados de la presencia de la cazadora en el planeta y prepararon a conciencia el enfrentamiento. Samus se encontró allí con laboratorios donde experimentaban incluso con Metroides, siendo capaces de hacer mutar a éstos en seres aún más peligrosos. En Phendrana además se hizo con el Traje Gravitatorio, que le ayudaría a moverse por las zonas más difíciles de Tallon IV.

Pero los planes de los Piratas iban más allá: habían construido una mina de extracción de Phazon y estaban probando sus efectos en si mismos, llegando a producir una serie de soldados alterados genéticamente mucho más fuertes que los soldados rasos normales. El más peligroso fue el llamado Pirata Omega, el que más tiempo había aguantado expuesto al Phazon. Samus logró acabar con él con muchas dificultades por su gran capacidad de regeneración. Cuando este estaba agonizante, su enorme cuerpo fue a caer sobre la cazadora, quien sufrió una nueva alteración en su traje, mezclándose con el Phazon se produjo un híbrido inmune al mutágeno, el denominado Traje Phazon.

Ahora la misión era descubrir el misterio que había detrás del potente veneno. Para ello había que llegar al cráter del impacto. El templo construido encima del cráter estaba sellado por doce artefactos Chozo que estaban escondidos por todo el planeta.

Una vez Samus había encontrado estos artefactos y se disponía a usarlos, apareció Meta Ridley que trató de impedir que el portal fuera abierto. A pesar de todas las mejoras que le habían sido incorporadas, el monstruo fue nuevamente derrotado.

Samus entró entonces en el Cráter del Impacto, que estaba infestado de Metroides y repleto de un tipo deMetroid Prime (Esencia) Phazon muy puro y concentrado que incluso dañaba su nuevo Traje. Al adentrarse más en las profundidades del cráter, descubrió que el origen del veneno que poco a poco mataba el planeta era una horripilante mutación de un Metroid, el Metroid Prime. Su cuerpo era muy resistente a los ataques de Samus y sus acometidas eran de gran violencia. Mucho esfuerzo le costó a la cazadora acabar con el Metroid Prime, pero al destrozarlo, emergió del caparazón la Esencia, el Metroid Prime en estado puro, mucho más peligroso que antes. Podía desde hacerse invisible a varios visores hasta soltar charcos de Phazon del que brotaban nuevas larvas de Metroid. Entonces Samus optó por hacer uso del charco para utilizar el Rayo de Phazon, la única arma que podía dañar al Metroid Prime. Cuando parecía que había acabado con él, dejando sólo una pequeña parte de la Esencia, ésta hizo un rápido movimiento y atrapó el Traje Phazon, y de repente todo el cráter se volvió inseguro para poco después saltar todo por los aires.

La caza recompensas había finalizado la misión con éxito. Desde su nave, vislumbró con tristeza lo que quedaba en Tallon IV de la civilización que la salvó cuando sólo era una niña, y así partió sin rumbo una vez más hacia el espacio exterior.

Pero en lo más profundo del Cráter donde Samus creyó acabar con el Metroid Prime se estaba gestando una nueva forma de este monstruo.

P.D. Esta información fue obtenida de la página http://www.n-retro.com/ y ha sido utilizada sin animo de lucro...

0 Comentarios:

Post a Comment

<< Home